<< El que viva verá. Me viene la idea de que, en secreto, persigo la historia de mi miedo. O, más exactamente, la historia de su desenfreno, más precisamente aún, de su liberación. Sí, de veras, también el miedo puede ser liberado, y en ello se ve que forma parte de todo y de todos los oprimidos (....)
La mujer libre aprende a apartar sus miedos poco importantes y a no temer al único gran miedo importante, porque ya no es demasiado orgullosa para compartirlo con otras...>>

Casandra, Christa Woolf


"¿Quiénes sois vosotros para decretar quién debería seguir vuestras normas y leyes inventadas?" Layla Anwar, Mujeres en Iraq: nubes rosas y rojas



jueves, 22 de octubre de 2009

"pero yo no soy machista..."


Todo comienza con unas bromas en el bar.
Estamos mi amiga y yo tomando un café mañanero de estos de aún no he abierto los ojos, bromita pa'rriba, bromita pa'bajo con el camarero al que vemos varias veces en la semana porque siempre vamos allí, y no sé muy bien cómo, llegamos a que nos diga que él piensa que la mujer debe ser un poquito sumisa.
Siempre.
Que le conviene.
Que si sabemos a dónde le lleva tanta soberbia a muchas mujeres, nos dice.
Porque si no lo sabemos,
él nos lo va a decir.
Y se acerca,
y nos lo dice:
a que este año son más de nosecuantas las mujeres maltratadas y asesinadas.
Que a eso les lleva.
Que es mucho mejor la mano izquierda,
el saber capear el temporal...
Y que sí, que muchas algo habrán hecho...
Yo sigo refunfuñando algo, pero lo dejo.
Nadie salta.
Todo el mundo le ha oído.
A lo maś, la mujer de al lado nos mira y menea la cabeza mientras le dice al camarero: "Víctor! lo estás arreglando...!"
Ya.
Yo tampoco hago nada más.
Ni digo.
Y me le quedo mirando fijo, a los ojos.
Me dice (mientras echa la leche y alzando mucho la voz): "pero yo no soy machista, ¿eh?"
Sin más.
Es lo que hay.

Porque (como decía el poema de Karina Vegara que Heroína de lo Periférico  colgó en su blog y que yo linkaba en mi última entrada)

ESTA ES MI RABIA.

TAN INSUFICIENTE...

TAN INSUFICIENTE...

TAN INSUFICIENTE...

...

...

...

lunes, 12 de octubre de 2009

uau!

Dos de la madrugada y unos ojos que se me caen de las cuencas del cansancio acumulado. Horas escribiendo sobre violencia, sobre drogas, y clamando al cielo (o donde haga falta) para que las causas de la violencia, en especial  las de la violencia contra las mujeres, no queden disfrazadas e invisibilizadas bajo los supuestos efectos de una sustancia o la existencia de unas hormonas...
Me quiero ir a la cama, dormir, descansar, pero se me ocurre pasar un momentito por heroína de lo periférico, mi aniya...
Y me encuentro esto:

Y entonces me voy al blog original, al de Patricia Karina Vergara, la autora de esos cuentitos para llevar. Y leo, y sigo leyendo. No dejen de pasarse por allá. Impresionante, encantadora, profunda y sincera... Sin más. Gracias Ana por descubrírmela y gracias Karina por escribir lo que escribes.
Que ustedes la disfruten.
Yo, "me quedo" con éste, y se lo dedico con mucho cariño a mis compañeras de cierto grupo de mujeres (mi manada particular ;-) ):

DESDE LA INSIGNIFICANCIA



© Patricia Karina Vergara Sánchez
pakave@hotmail.com


¿Cómo te atreves?
Insolente.

Pretendes calificarme
sin saber cómo se vive
desde la orilla del acantilado.

Tú, ostentando propiedad
del mundo.
de su idea moral
y del buen proceder.

Te estorbo tanto,
que sería largo
tratar de enumerar,
en exacto,
aquello que juzgas.

Que me he negado
a ser tu musa
o la imagen étnica
que te justifica.
Que me he cansado
de la servidumbre.
Que estoy harta
de la incondicionalidad absurda.

Probablemente,
es porque tomé la opción
de abrir la mirada,
de escuchar mi voz,
de nombrar a mi hermana,
y hube de apropiarme
de mi hacer autonomía.

Entonces, me acusas:

Que soy vanidosa.

Que me falta sabiduría
- para entender tus reglas-.

Que de mi boca salen mentiras
- porque no me puedo tragar tus verdades-.

Porque tomé la palabra.
Porque inventé mi camino.
Me llamas infiel.
Otra vez soy la hereje.
Nuevamente, la pecadora.

Tú, desde la altura iluminada,
sentencias, como si pudieras,
sobre el alma mía,
y me llamas mujer de oscuridad.

Desde tus altares,
ante tus tribunas,
empuñando tu cetro.
Has ordenado desfigurar
la imagen de mi rostro.
Has intentado borrar mi nombre
de los testimonios.

Pero,
no logras el olvido
de mi existencia.

Déjame, Déjame.
Elijo ser la paria.
La infecciosa.
La insuficiente.

Me quedo aquí,
vanidosa,
instintiva,
con mi inteligencia poca,
con mi verdad sombría.

Me quedo aquí,
Sentada en mi soberbia.
Ya que una cosa entiendo.
Una sola, es cierto:

Si ando tan errada;
Si tengo el camino tan perdido;
Por qué insistir en negar
lo que no cuenta.

Por qué tú, desde el poder,
te ocupas de contenerme,
de acosarme, de acorralarme.
Por qué, si soy apenas nada.

Por qué, entonces,
mis preguntas abren grietas.

Por qué si cuestiono yo,
tú y tus jerarquías remojan cimientos.

Por qué, si abro yo la boca,
tú tiemblas

martes, 6 de octubre de 2009

hasta siempre...

no soy muy amiga de los homenajes a "los grandes personajes". no soy muy amiga de "los grandes personajes" en definitiva...
pero esta vez, ahí van unos vídeos... para recordarla en esta pequeña ventana que es el blog.
sin más...
porque me pilló de sorpresa, porque lo oí de boca de una chilena, en uno de "mis" bares cutres de barrio, porque se pusieron a canturrear, nos pusimos a canturrear, 'gracias a la vida' para explicarle a la dominicana que atiende la barra quién era Mercedes Sosa...
y, entonces, a pesar de su muerte, sonreí... por esa mujer que sólo le pidió a dios (quien quiera que fuera ése) que el dolor no le fuera indiferente... y a la par vivió con alegría y lucha.
hasta siempre...








ah! y que donde dice 'hombre', cada cual ponga lo que quiera ;-p